domingo, 22 de enero de 2012

San Fermín

         Los orígenes de las fiestas de San Fermín se remontan a la Edad Media. En los inicios, la fiesta conmemorativa de San Fermín se celebraba el 10 de octubre, pero en 1591 los pamploneses, cansados del mal tiempo, decidieron trasladar la fecha original a julio y hacerla coincidir con la feria. De este modo nacieron los Sanfermines
        Con el siglo XX los Sanfermines alcanzaron su máxima popularidad. La novela "The sun also rises" ("Fiesta"), escrita por Ernest Hemingway en 1926, animó a personas de todo el mundo a participar en las fiestas de Pamplona. Además, en este último siglo se incorporaron nuevos elementos como el Riau-Riau, suspendido desde 1991, el Chupinazo, o el programa cultural.
        El culto a San Fermín en Pamplona es anterior a la celebración e los Sanfermines, y su imagen sigue siendo el eje principal sobre el que gira esta fiesta universal. La tradición cuenta que el presbítero Honesto llegó a la Pamplona romana en el siglo III enviado por San Saturnino para evangelizarla, y que el senador Firmo se convirtió al cristianismo junto con toda su familia. Su hijo Fermín fue bautizado por San Saturnino en el lugar que hoy se conoce como el "pocico de San Cernin" y ordenado sacerdote en Toulouse (Francia).  Volvió a Pamplona como obispo y murió decapitado en Amiens, lugar donde bautizó a más de 3.000 personas.
       Según la tradición, San Fermín fue el primer obispo de Pamplona, aunque su culto no consta documentalmente hasta el siglo XII, importado de Amiens en cuyas letanías figuraba desde el siglo VIII. Actualmente es co-patrón de Navarra junto a San Francisco Javier y patrón de las cofradías de boteros, vinateros y panaderos.
           De todos los actos de las fiestas, voy a destacar los que me parecen más bonitos e interesantes:

El chupinazo
El cohete anunciador del inicio de las fiestas. A las 12 en punto del día 6 de julio miles de personas llenan la Plaza Consistorial de Pamplona hasta que no cabe ni un alfiler. Con una emoción contenida acompañada de cantos, gritos y vítores, la multitud en blanco y rojo espera a que un miembro de la Corporación Municipal encienda la mecha del cohete. Al grito de "Pamploneses, Viva San Fermín, Gora San Fermín" la emoción estalla y miles de pañuelos rojos se agitan dando la bienvenida a nueve días de fiesta sin igual.

Las Vísperas y el Riau-Riau
El 6 de julio a las 20 horas tienen lugar las solemnes vísperas en honor a San Fermín en la iglesia de San Lorenzo. Su historia se remonta al siglo XV y cuenta con un rico repertorio musical. A este acto asiste la Corporación municipal vestida de gala. Hasta hace unos años lo hacía a pie desde el Ayuntamiento en una marcha conocida como Riau-Riau, que nació en 1914 con un carácter de protesta hacia la autoridad. Era acompañada por cientos de mozos que trataban de impedir el paso de la Corporación al son del "Vals de Astrain", de cuyo estribillo surge el nombre de Riau- Riau. En sus primeras décadas, la duración del acto era de una hora y con el paso de los años la marcha fue haciéndose más lenta, incluso interrumpida, por lo que el acto quedó finalmente suspendido en 1991.

La procesión
El 7 de julio es la festividad de San Fermín. A las 10 de la mañana tiene lugar la Procesión, un acto multitudinario muy querido por los pamploneses. Junto a las autoridades civiles y eclesiásticas, una multitud acompaña al Santo por algunas calles del Casco Antiguo de Pamplona. Es el momento para la tradición y la devoción. La imagen que se venera es una talla del siglo XV realizada en madera y revestida en plata en 1687. En el óvalo del pecho se guardan reliquias de San Fermín.


El encierro
El Encierro es el acto central de los Sanfermines y convierte a estas fiestas en un espectáculo inimaginable en cualquier otro lugar del mundo. Se celebra todos los días excepto el 6 de julio a las 8 de la mañana.

Gigantes y Cabezudos
La conocida como Comparsa de Gigantes y Cabezudos es una corte de reyes, precedida por su escolta de cabezudos, kilikis y zaldikos (caballos). Son 25 figuras de cartón piedra que cada mañana recorren el centro de la ciudad.
Los gigantes son las figuras más antiguas. Datan de 1850 y sobre el bailador alcanzan los 4,20 metros de altura con un peso que oscila entre los 59 y los 64 kilos. Se componen de cuatro parejas formadas por un rey y una reina que representan a América, África, Europa y Asia, y bailan al son de la gaita y el tamboril. (lo recomiendo mucho)

Las peñas y la salida de la plaza de toros
Las peñas son grupos de amigos incondicionales de las fiestas de la ciudad que nacieron por y para los Sanfermines. Su protagonismo es total en la corrida de toros. Tienen sus localidades en el tendido de sol, y con sus himnos, vestimenta, escudos y pancartas confieren un ambiente especial a la plaza. Resulta muy curiosa ver la salida de las mismas al finalizar la corrida de toros.

Fuegos artificiales
Este es uno de mis momentos preferidos. Todas las noches a las 23 h. un espectáculo de luces sale desde la ciudadela. Es precioso el momento en que toda la gente se sienta el césped en torno a la bonita ciudadela para disfrutar del espectáculo.

Pobre de mí.
Es el último acto oficial de la fiesta. Los pamploneses, provistos de velas, se concentran el 14 de julio a las 24,00 horas en la Plaza Consistorial, para despedir las fiestas e iniciar la "cuenta atrás" de los próximos Sanfermines.
El alcalde, desde el balcón consistorial, despide oficialmente las fiestas y convoca a todo el mundo a participar en las del año próximo, mientras se dispara una traca de cohetes desde la contigua Plaza de los Burgos. A pesar de que es el último acto oficial, el ambiente y la fiesta se prolonga toda la noche.
El "Pobre de mí" toma su nombre de la canción que se entona durante toda la noche: "Pobre de mí, pobre de mí, que se han "acabao" las fiestas de San Fermín.
   
           ¡A disfrutar!

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