sábado, 14 de enero de 2012

Pamplona...sin palabras para describirla

          
         Pamplona es la capital de Navarra, y es una ciudad que combina perfectamente lo antiguo y lo moderno. Es conocida también como Iruña (en euskera) y fue fundada en el año 74-75 a.C. por el general romano Pompeyo, por el que recibió el nombre de Pompaelo. Estaba situada en la zona de la Navarrería, en el casco antiguo. 
            Con la caída del imperio romano, Pamplona se convirtió en un poblado de agricultores situado junto a una iglesia que más tarde se convertiría en la  Catedral.  En el siglo IX, el Reino de Navarra tomo el nombre de Reino de Pamplona.
           Durante el siglo XI, la ciudad recibió mucha gente proveniente de Francia por la influencia del Camino de Santiago, muchos de los cuales se quedaron en la ciudad, convirtiéndose en artesanos y vendedores principalmente.  De ahí surgieron dos burgos diferenciados, el Burgo de San Cernin y el de San Nicolás. Finalmente, Pamplona estuvo dividida en tres poblaciones, La Navarrería o ciudad de los navarros, el Burgo de San Cernin y la Población de San Nicolas, separados por murallas dada su enemistad. En 1423, el rey Carlos III unió los tres burgos convirtiendo a Pamplona en una única ciudad.
            En el s. XVI el Reino de Navarra fue conquistado por Castilla, ya que su posición cercana a Francia era estratégica, y de ahí surgieron las actuales murallas conocidas como la Ciudadela, que sirvieron para aguantar el ataque de la artillería. La ciudad fue creciendo y las murallas no permitían tal ampliación, por lo que a finales del x. XIX se pudo realizar el primer Ensanche y un segundo en el año 1915.
Después de esta breve introducción a la historia de la ciudad, debo decir que no es una ciudad popular únicamente por sus fiestas, sino por su historia, gastronomía, cultura y naturaleza.
          Esta ciudad ha sido denominada ciudad verde gracias a los parques y jardines que la rodean. Las antiguas murallas de la ciudad se han transformado en parques públicos que se extienden por el centro geográfico de la capital navarra. Es el caso del parque de la Taconera, al borde la muralla norte, de la Vuelta del Castillo que conserva las antiguas murallas de la Ciudadela del siglo XVI, y del Parque de la Media Luna, que esconde rincones desde donde se puede contemplar y disfrutar de las vistas al río Arga y de los barrios que circundan la ciudad y conforman la comarca de Pamplona.

             
               Cualquier lugar de partida es bueno pero quizá el más popular y más solicitados es el recorrido del Encierro. En apenas unos kilómetros se puede descubrir la esencia de la ciudad, caminando a través del corazón de Pamplona. Desde la Cuesta de Santo Domingo hasta la Plaza de Toros, pasaremos por enclaves fundamentales de la ciudad como son el Ayuntamiento, el Museo de Navarra, La Plaza del Castillo, la calle Estafeta, y como no, poco a poco veremos los burgos nombrados antes. 
          La Plaza del Castillo, es uno de los lugares con más encanto de la ciudad, donde también se encuentran el Hotel la Perla o el mítico Café Iruña. En el centro de la Plaza está el kiosko y desde allí, tendremos a tan solo unos pasos las iglesias de San Nicolás y San Cernin.

              Además, no puedo dejar de nombrar la Catedral Santa María, también a unos minutos de la Plaza del Castillo, con un impresionante claustro gótico.
               Querría contaros tantas cosas sobre esta ciudad que seguro que me dejo muchas en el tintero, pero como los fines de semana no dan para tanto como nos gustaría, creo que para empezar no estaría mal con los lugares que he destacado. En cuanto a la gastronomía y las fiestas, otro de los atractivos de la tierra, los dejaré para otro post. Os dejo un video. ¡Buen viaje!


1 comentario:

  1. buenass mira yo pamplona no la conozco pero despues de leer tu post me ha picadola curiosidad.Aunque cuando tenga oportunidad de conocerla creo que no la hare en epoca de San Fermines sino en epocas más tranquilas.Tengo unas referencias literarias a través del gran Hemingway, un gran enamorado de la tierra pamplonica.Un abrazo.

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